Lluvia de ideas o Brainstorming

No puedes empezar una lluvia de ideas sin tener el material preparado. Como has visto anteriormente, deberás disponer de un gran número de notas adhesivas, ya que estaremos buscando la mayor cantidad de ideas posibles. Además, cada persona deberá disponer de un rotulador.

En sesiones de ideación el gasto de energía es grande. Para combatirlo, algo fantástico es disponer en la habitación de dulces y otros aperitivos.

Además, podrías iniciar la sesión poniendo en práctica alguna dinámica de equipo divertida, que aumente su energía y entusiasmo de cara a la generación de ideas.

Ya tienes lo necesario para empezar a generar ideas en equipo. En Dinngo solemos realizar la Lluvia de ideas sobre diferentes Preguntas cómo podríamos. Por lo tanto, puedes trasladar tu objetivo a una Preguntas cómo podríamos y usar una copia de nuestra plantilla Lluvia de ideas por cada una de ellas.

 

Además, para practicar con éxito esta técnica, deberéis tener en cuenta las reglas de un buen “brainstorming”. Es importante que las expliques, resuelvas dudas, y… ¡Os pongáis a idear! Estas son las reglas:

Reglas de la lluvia de ideas:

1. Expresarse de forma visual: Al expresarte de forma visual, puedes hacer que, gracias al dibujo, a otras personas se le vengan a la cabeza conceptos que no están relacionados con el significado inicial del dibujo. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. En este caso se puede decir que una imagen da pie a un sinfín de interpretaciones. Y de cada interpretación se puede generar nuevas ideas. Te recomendamos dibujar una idea por nota adhesiva. Y colocarla junto a la pregunta “¿Cómo podríamos…?” a la cual responda. Junto al dibujo se pueden escribir anotaciones si es necesario.

2. Buscar la cantidad: Esta regla suele costar, porque las personas suelen buscar sólo ideas buenas, descartando en su cabeza otras. Pero debes generar muchas ideas para luego seleccionar las mejores. Por lo tanto, busca la cantidad, ya que en este punto cualquier idea es buena.

3. No hacer juicios de valor: Esta regla está relacionada con la anterior. No se pueden hacer juicios de valor porque, como se ha mencionado anteriormente, cualquier idea es buena. Pero, sobre todo, porque si se hacen juicios de valor y se dice que una idea parece horrible, se está dando a entender a la persona que la haya propuesto que no tiene buenas ideas. Se corre el riesgo de que esa persona deje de participar y se quede en un segundo plano, rompiendo con el potencial de trabajar de forma colaborativa, en un equipo que se complemente.

4. Fomentar las ideas salvajes: De hecho, la negación de los juicios de valor llegan, en el brainstorming, a permitir la generación de ideas completamente locas. Son las denominadas “ideas salvajes”. Una idea salvaje se puede convertir en otra más factible.

5. Construir sobre las ideas de los demás: Si hay una idea que se puede mejorar, en vez de hacer juicio de valor, puedes recurrir a esta regla y crear una nueva idea basándote en otra que no te gustaba tanto. Aunque es recomendable utilizarla siempre, porque es una buena manera de generar nuevas ideas.

6. Mantener el foco: en el Brainstorming debes dar respuesta a cada pregunta “¿Cómo podríamos…?” que hayas elegido. Por lo tanto, es importante no saltar de una pregunta a otra, sin orden. Te recomendamos plantear un objetivo, de, por ejemplo, 4 ideas por el número de integrantes del equipo. Si en el equipo sois 3 personas, deberéis pensar en 12 ideas por pregunta. Hasta que no lleguéis a ese mínimo, no paséis a la siguiente.

7. Una idea por turno: Muy a menudo los integrantes de un grupo que practican el brainstorming por primera vez, se ponen a dibujar ideas de forma individual y a ponerlas bajo la pregunta “Cómo podríamos”. Aunque es recomendable que cada persona dibuje de forma individual como mínimo una idea, para así comenzar el fluir de la dinámica; todas las ideas deben ser compartidas. Así que, cuando una persona tenga una idea, debe dibujarla y explicarla al equipo antes de pegarla. De esa manera, el resto de participantes tendrán la posibilidad de aportar nuevas soluciones que pueden estar inspiradas en el discurso o el dibujo de quien explica la idea anterior.

Llegado este momento, ya habrías terminado la lluvia de ideas. Aunque durante su desarrollo no debes hacer juicios de valor, es cierto que el objetivo de esta técnica es activar el pensamiento divergente para dar con la mejor solución.

Por ello, te recomendamos que termines la sesión, poniendo en práctica una de las técnicas de selección de ideas que encontrarás en esta plataforma.